miércoles, 28 de mayo de 2014

Alejandra Pizarnik

Nacida en Argentina en el año 1936 Alejandra Pizarnik era hija de inmigrantes judíos que buscaban refugio. Desde chica fue atormentada por su apariencia (mucho acné y tendencia a subir de peso) generando baja autoestima y problemas obsesivos al ser comparada con su hermana mayor. Debido a éstos problemas desarrollo una adicción a las anfetaminas. Aún así en 1954 comenzó con sus estudios universitarios en la U.B.A. y publicó sus primeras obras en 1955 continuando hasta 1975, un año antes de que se quitara la vida.



Poemas

LA ENAMORADA

esta lúgubre manía de vivir 
esta recóndita humorada de vivir 
te arrastra alejandra no lo niegues. 

hoy te miraste en el espejo 
y te fue triste estabas sola 
la luz rugía el aire cantaba 
pero tu amado no volvió 

enviarás mensajes sonreirás 
tremolarás tus manos así volverá 
tu amado tan amado 

oyes la demente sirena que lo robó 
el barco con barbas de espuma 
donde murieron las risas 
recuerdas el último abrazo 
oh nada de angustias 
ríe en el pañuelo llora a carcajadas 
pero cierra las puertas de tu rostro 
para que no digan luego 
que aquella mujer enamorada fuiste tú 

te remuerden los días 
te culpan las noches 
te duele la vida tanto tanto 
desesperada ¿adónde vas? 
desesperada ¡nada más! 


(Alejandra Pizarnik, de La última inocencia, 1956)




Por lo general los poemas de Pizarnik se encuentran redactados de una forma muy particular que desde nuestro punto de vista puede parecer que carecen de sentido aunque no sea así. Algunos hablan de situaciones que podríamos interpretar como eventos que sucedieron en su vida (la última conciencia, 1956) o de pensamientos abstractos (La Creencia, Las aventuras perdidas, 1958) o hasta podemos sentir qué fue lo que quiso expresar luego de leerlos un par de veces, como en La máscara y el poema, 1971, que podemos pensar que habla de las horas de la noche cuando un niño es enviado a la cama cuando dice "a la puesta de sol pondrán a la volatinera en una jaula", caracterizando a la volatinera como la imaginación de un nene.

La máscara y el poema

El espléndido palacio de papel de los peregrinajes infantiles.
A la puesta del sol pondrán a la volatinera en una jaula. La llevarán a un templo ruinoso y la dejarán allí sola.


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